Nuestro objetivo es acompañar al niño o adolescente en cada una de sus etapas evolutivas para que sea feliz y responsable en la actualidad y adquiera herramientas para desarrollarse en el futuro de forma armónica y sana. Para todo ello será necesaria la participación de los padres como parte activa de la terapia.

 

El aprendizaje es una de las funciones mentales más importante. Consiste en adquirir, procesar, comprender y aplicar una información. La intervención, desde el ámbito de la pedagogía terapéutica, es un proceso integrador e integral que ayuda al diagnóstico y tratamiento de niños, adolescentes y adultos con dificultades de aprendizaje.

 

 

NUESTRO ÁMBITO DE ACTUACIÓN ES:

 

• Potenciar y rehabilitar a niños, jóvenes y adultos con problemas de aprendizaje, enseñándoles métodos                   especializados de estudio.

• Intervención en problemas de aprendizaje, por factores como: inmadurez cognoscitiva, falta de motivación, adopción, problemas familiares, problemas emocionales, etc.

• Prevenir dificultades de aprendizaje a partir del desarrollo de las capacidades cognitivas, emocionales y sociales.

• Ayudar a padres y docentes a tratar con problemas de conducta en general.

• Ayudar a las familias a manejar las crisis de sus hijos en momentos de enfermedad, muerte o trauma.

• Evaluar y realizar informe de las dificultades de aprendizaje y/o conducta . Dificultad escolar.

• Orientar en el itinerario de estudios más adaptado a las aptitudes y actitudes. 

• Evaluar el perfil profesional para estudios superiores o de FP.

• Asesorar y orientar a padres y madres en la adaptación y desarrollo del hijo/a adoptado/a.

• Tratar problemas de conducta y/o de aprendizaje, derivados de un trastorno de vinculo en el niño/a adoptado/a.

 

A veces, para los padres y madres puede ser difícil saber en que momento se hace necesaria la ayuda de un profesional. Sin embargo podemos estar atentos a una serie de situaciones o conductas que nos pueden indicar la necesidad de terapia o asesoramiento.

 

 

CONDUCTAS O SITUACIONES  A OBSERVAR: 

 

• Bajo rendimiento escolar.

• Cambio drástico de amigos/as.

• Tristeza, melancolía, apatía.

• No cumplir las normas ni aceptar pautas. 

• Dificultad para hacer o mantener amistades.

• Comportamiento excesivamente activo o inquieto.

• Pesadillas constantes. Dificultad para dormir.

• Comportamientos agresivos físicos o verbales. 

• Preocupación (padres y/o hijos) por la adopción.

• Crisis familiares: divorcio, muerte de un familiar, enfermedad grave.

 

 

Cuando estas conductas persisten varios meses hay que empezar a preocuparse. Tenemos que estar atentos a nuestros hijos y saber que lo que puede resultar absolutamente normal a una edad determinada, puede que ya no lo sea a otra edad.